Compromiso, concentración y flujo

Compromiso, concentración y flujo

Una última pregunta Billy, puedes explicarnos, ¿qué sentimientos experimentas cuando bailas?

 ¡No sé!… Me siento muy bien… Al principio estoy harto… pero cuando empiezo a… moverme, lo olvido todo… y… es como si desapareciera… como si desapareciera… y… todo mi cuerpo cambia, como si… tuviera fuego dentro… y me veo volando… como un pájaro. Siento como electricidad… ¡Sí!… como electricidad.” Billy Elliot

 

Se acabó el verano, el tiempo ansiado de las vacaciones para muchos, y volvemos a la rutina (una palabra cargada de cierta dosis de negatividad), aunque lo cierto es que al lugar donde regresamos es a nuestro particular “camino del guerrero”.

Pero… ¿con qué actitud transitamos por el camino del guerrero?

“La vida es una lucha”, “La mejor defensa es un buen ataque”… Frases como estas están en nuestro día a día, y las escuchamos y las decimos sin pararnos si quiera a pensar en su significado.  Pero, a poco que las tomemos en cuenta, observaremos que en ellas somos percibidos como guerreros.

Afrontar retos y tomar decisiones forma parte de la vida, en realidad los afrontamos y las tomamos constantemente. Por eso, no es casualidad que hoy queramos poner la atención en la actitud del guerrero que todos llevamos dentro. ¿Acaso Billy Elliot no es ejemplo de lucha?

Estar atento y seguir el flujo de los acontecimientos forma parte también de la actitud que tiene todo coach profesional y es una parte esencial de la inspiración que recibe el cliente de él en las sesiones de un Proceso de Coaching. La concentración relajada, la actitud del centinela está en la base del Coaching. De nada sirve tensarse inútilmente, hay que tener la atención concentrada. En esta imagen de un centinela despierto y relajado pero concentrado está la actitud del guerrero, como la definía Carlos Castaneda.

“Lo que distingue a una persona excelente es su compromiso total en el contexto en el que está actuando. Concentra toda su energía en esa dirección”, afirma John Grinder. Algo parecido al “estado de flujo” (y que podría interpretarse como “felicidad”) que propone Mihaly Csikszentmihalyi, uno de los investigadores más reconocidos del mundo de la psicología positiva. Csikszentmihalyi destaca por tus trabajos sobre la felicidad, la creatividad y la diversión.

“El hecho de sentirse completamente comprometido con la actividad por sí misma. El ego desaparece. El tiempo vuela. Toda acción, movimiento o pensamiento surgen inevitablemente de la acción, del movimiento y del pensamiento previos, es como si estuviéramos tocando jazz. Todo tu ser está allí, y estás aplicando tus facultades al máximo”, así definió Csikszentmihalyi el “fluir”.

Por eso, cuando regresemos de las vacaciones y nos reencontremos con los lunes, palabra maldita para muchos, pensemos en todo lo anterior, no luchemos contra el lunes, al contrario, fluyamos con él. El tiempo de trabajo nunca es un tiempo muerto, es un tiempo propicio para luchar por alcanzar nuestros objetivos y para fluir con ellos.

Como coaches, tengamos bien presente siempre el compromiso, la concentración y el fluir. Facilitar a nuestros clientes el contacto con los estados de excelencia y sus zonas de luz donde fluir, es uno de nuestros objetivos como profesionales del Coaching.

¡Feliz final del verano y regreso a la feliz rutina! ¡Es hora de seguir trabajando!

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