18 Mar Coaching: ¿una profesión o una moda?
¿Es el coaching una moda? Hoy vamos a tratar de darle respuesta a la pregunta. Pero para desenrollar la madeja hay que empezar siempre a tirar de uno de los dos cabos, así que vamos a comenzar a desliarla con otra pregunta: si es una moda ¿de qué tipo? ¿una moda pasajera o una de las que acaba por convertirse en un clásico?
Lo que nadie puede negar es que la palabra lo inunda todo. Está por todos lados y cada vez más presente en las empresas y las organizaciones. Está tan instalada en nuestra vida que hasta se cuela en lugares en los que su uso no es apropiado, como ocurre en un concurso de televisión dedicado a descubrir nuevos talentos de la canción.
El auge del uso (y abuso) de las palabras Coaching y Coach ha sido vertiginoso ¿A qué obedece el éxito? ¿Dónde está el gancho? ¿Estamos acaso ante la profesión del futuro?
El Coaching mejora resultados, genera compromiso y desarrolla la conciencia. No es de extrañar que genere interés y resulte atractivo para muchos.
El buen coach no es un psicólogo, tampoco un consultor ni un asesor, como dijimos en esta nota: “Cuando un cliente contrata a un coach paga por un servicio que es el Proceso de Coaching. Y un proceso de coaching no es una consultoría o asesoría, es un proceso de transformación orientado al desarrollo personal y profesional para sacar el máximo potencial y conseguir resultados más satisfactorios. A través de conversaciones y de las preguntas adecuadas el buen coach activa la energía y la motivación en su cliente. Así, éste toma consciencia, puede pasar a la acción, se responsabiliza, y cree que sus metas son posibles. Un buen coach es alguien que inspira, que alienta a ir más lejos y que consigue una transformación profunda en sus clientes.”
Conocerse a sí mismo, buscar y ahondar en el talento que todos tenemos para desarrollarlo y obtener los mejores resultados siempre ha estado de moda. Siempre ha habido coaches, personas que han inspirado, alentado y acompañado a lo largo de la historia. Algunas profesiones han sido en sus planteamientos más cercanas a este ámbito, como la medicina y la enseñanza. Médicos y maestros han sido desde antiguo los profesionales que han guiado a las personas. Y sucede que en épocas de cambios de paradigma, como la que vivimos, es cuando más necesidad hay de ellos.
Un coach trabaja con materia intangible, por ello es tan complicado de explicar qué hace. Se trata de algo sutil, íntimamente ligado con las humanidades y con el pensamiento y las emociones. Algo para lo que la vida moderna no da tregua muchas veces. Y tal vez precisamente por ello se está volviendo tan necesario y “se ha puesto de moda”. Y justamente por ello, desde OCC-Internacional somos tan persistentes en nuestros argumentos: El Coaching es una profesión, con un auge fulgurante y paradójicamente con escaso reconocimiento, y que necesita cada vez más de bases para seguir creciendo firme y ofrecer las máximas garantías.
Como venimos diciendo, seguiremos reflexionando sobre esta hermosa profesión y poniendo los puntos sobre las íes. Hace falta posicionamiento y nombrar las cosas por su nombre. Desde la independencia de nuestra organización, trabajamos cada día por dotar al Coaching de los mecanismos y bases que lo establezcan claramente a los ojos de la sociedad como profesión, no como moda. Pero para ello se necesita dar y demostrar compromiso, rigor, calidad y excelencia en el día a día como profesionales. Parafraseando a Julio César, quien dijo: “La mujer del César no sólo deber ser honrada, sino que además debe parecerlo”, podríamos acabar la nota de hoy diciendo:
“El Coaching no solo debe ser una profesión con todas las garantías, sino que además ha de parecerlo”.
Tal vez ahí esté el “quid” para que deje de ser percibida como una moda y comience a ser reclamada como profesión.
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