Coach: ¿Asesor o Terapeuta?

Coach: ¿Asesor o Terapeuta?

En 2014 la RAE introdujo el término “coach” en el diccionario. A partir de ese momento se generó un aluvión de artículos sobre el término y la definición del mismo y, cómo no, apareció la polémica.

Esto es lo que dice la RAE:

Coach

Voz inglesa.

  1. m. y f. Persona que asesora a otra para impulsar su desarrollo profesional y personal.
  2. m. y f. Dep. entrenador.

Pero entonces, ¿es un Coach un asesor? ¿Es el Coaching una consultoría?

Vamos a ser claros: un coach acompaña y facilita, pero un coach no da consejos ni dictamina (que es lo que hace un asesor, un mentor o un consultor).

Un coach no te va a decir lo que tienes que hacer ni cómo, tampoco te va a dar su parecer ni va a influir en tus decisiones, sin embargo va a hacer algo mucho más importante: te va a dejar ser tú mismo, profesional y personalmente y te va a invitar a sacar lo mejor de ti. Él te va a acompañar en ese proceso de descubrimiento, elecciones y reflexiones para que, a través de tu compromiso, consigas desarrollar todas tus capacidades y recursos y alcances los objetivos profesionales y personales que te habías planteado conseguir al iniciar tu proceso de coaching.

Cuando un cliente contrata a un coach paga por un servicio que es el Proceso de Coaching. Y un proceso de coaching no es una consultoría o asesoría, es un proceso de transformación orientado al desarrollo personal y profesional para sacar el máximo potencial y conseguir resultados más satisfactorios.

A través de conversaciones y de las preguntas adecuadas el buen coach activa la energía y la motivación en su cliente. Así, éste toma consciencia, puede pasar a la acción, se responsabiliza, y cree que sus metas son posibles. Un buen coach es alguien que inspira, que alienta a ir más lejos y que consigue una transformación profunda en sus clientes.

Entonces, ¿es el coaching una terapia? Taxativamente, no.

Una terapia es siempre practicada por psicólogos, psiquiatras y personas formadas en alguna otra disciplina psicoterapéutica. Un coach no puede diagnosticar sobre salud mental ni tampoco trabaja con trastornos ni traumas, a menos que cuente con la formación terapéutica adecuada para ello, además de la de coach. Hay que ser muy claros y rotundos en este tema. De igual forma, tampoco un terapeuta podría trabajar como coach sin tener una formación específica y una certificación que avale y garantice a sus clientes que están pagando por un proceso de coaching. Un coach profesional ejerce de acuerdo a un código ético que las organizaciones internacionales de coaches profesionales, como OCC-Internacional, obligamos a cumplir. Sólo así pueden garantizarse a los clientes los estándares de calidad, rigor y seguridad de los procesos de coaching.

Y es que, como ya dijimos en esta nota donde reflexionábamos sobre el reto de ser un coach profesional hoy: “No es lo mismo saber de Coaching que saber ejercerlo profesionalmente”.

Del panorama actual se deduce que en nuestro país el coaching aun está en una etapa emergente y tomando su lugar en la sociedad. Una ocasión que tenemos que saber aprovechar para asentar bien sus bases y hacer que crezca firme como profesión y con las máximas garantías y compromisos de calidad. Por todo ello trabajamos desde OCC-Internacional.

Sobre esta confusión de términos seguiremos reflexionando en posteriores notas y, por supuesto, esperamos tus comentarios. Nos interesa que como coach profesional nos hagas llegar tu punto de vista y tu posición al respeto. Suma tu compromiso al nuestro, consolidemos juntos la etiqueta de “profesión” para el coaching.

NOTA para la reflexión: A la fecha de publicación de esta nota la palabra “Coaching” sigue sin estar en el diccionario de la RAE.

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