¿Bebe la Consultoría actual del Coaching? (2)

¿Bebe la Consultoría actual del Coaching? (2)

“… demasiados profesionales piensan que son maravillosos con las personas porque hablan bien. No se dan cuenta de que ser maravillosos con las personas significa escuchar bien.”

Peter Drucker

 

 ¿Está un consultor dispuesto a escuchar como lo haría un coach?

Con esta pregunta finalizaba nuestra reflexión entorno a los procesos y servicios de Coaching Empresarial que las empresas solicitan hoy en día.

Decíamos entonces que toda consultoría implica un acompañamiento y que toda consultoría parte de la premisa de que existe un saber de experto que hay que aplicar para conseguir unos objetivos. ¿De qué premisa parte el Coaching?

Recordamos hoy que, si bien la Consultoría puede encontrar en el Coaching y, específicamente, en el “arte de hacer preguntas” una excelente herramienta para facilitar la conversación y calibrarla (para constatar en momentos clave que el cliente comprende bien y que el proceso de Coaching Empresarial fluye sin confusiones), hay que dejar claro que un coach profesional siempre evitará interponer “su saber” en un proceso de Coaching, pues su objetivo es que sea el cliente quien halle sus respuestas.

¿Coach o Consultor?

En todo Proceso de Coaching el coach se centra en el QUIÉN y solo después de centrará en el QUÉ. En Consultoría, el consultor se centra en el QUÉ y, además, dicta CÓMO se debe hacer.

Un coach profesional pone el énfasis en los logros y en los puntos fuertes de su cliente y facilita que tenga un trabajo continuado de desarrollo, pero no diseña ni señala los objetivos a conseguir, sino que éstos son identificados por el cliente, quien además encuentra por si mismo las respuestas. Un consultor, en cambio, vende siempre su “producto”, y hace hincapié en las carencias. Una consultoría no lleva implícito un desarrollo en el tiempo, sino que responde a necesidades y soluciones concretas. En Coaching se apoya y se guía pero no hay instrucciones, se facilita al cliente el contacto con sus propios recursos y la escucha vuelve a ser una parte fundamental. Sin una buena escucha no hay acompañamiento. Y un coach profesional debe ante todo escuchar.

Pero… ¿Es posible para un coach tener siempre una actitud de escucha profesional?

En Coaching hay 4 tipos de escucha y un coach profesional las necesita poner todas en juego, algo así como un malabarista.

  1. Escucha funcional o activa: se centra en el objetivo y en comprender la situación del cliente.
  2. Escucha simpática: se centra en la relación. Al escuchar simpáticamente el coach acoge al cliente y le brinda un espacio.
  3. Escucha empática: se centra en lo emocional y en lo que se siente. El cliente se escucha a si mismo diciendo cosas que probablemente nunca antes se había atrevido a decir. El coach acompaña desde la aceptación y respeto incondicional hacia su cliente.
  4. Escucha flotante: Es escuchar como “resuena” en uno mismo lo que dice el otro. Algo así como un “eco interno”. El tono de la voz, los silencios entre palabras propician que el proceso siga su curso y que fluya.

Un coach profesional es un profesional de la escucha. No nos cansaremos de repertirlo: lo más importante en una sesión de Coaching sucede a través de la escucha.

¿Qué opinas tú?….

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